2- Liberate de las limitaciones

Prohibir es lo más equivocado. No se puede estar limitando la vida de la pareja, solo para que tu puedas sentir seguridad. Es mejor vivir libre y dejar vivir en libertad, de esa manera podrás conocer más los hábitos que tu pareja tiene y si descubres que no te gusta un hábito de él, aún estarás a tiempo de pensar si esa relación te conviene.
Recuerda, los hábitos no se cambian de la noche a la mañana y esos hábitos se podrían llevar a la vida matrimonial.
Siempre ofrece libertad y en la medida que tu pareja la reciba, también la otorgará.
3- Respeta La Realidad (click aquí para leer)